miércoles, 12 de enero de 2011

(1941) SILENCIOSA...


SILENCIOSA...

La gota de roció despeinaba las paredes de la catedral, “El Folletín” del Listín Diario, emitía la novedosa ocasión de enredarse con la cultura en las primeras horas de la mañana, el humo salía de mi boca, me levante del banco y mis zapatos arrastraban su discurso en las aceras del parque Duarte, una anciana con sombrero rojo espiaba por la ventana, la publicación se me clava en las manos, el olor de la ciudad de Santiago se amarraba a mis oídos.
A pesar del pigmento gris de la mañana, la calle del Sol aun ofrece una bienvenida cálida, “viva Trujillo!!" escuche gritar a un hombre al abrir una tienda de calzados, pensé en el pueblo y lo que este grito traía, sin más ni menos el terror salpico mis huesos, llegue al hotel, el lobby con fantasmas victorianos me saludan con gratitud, la escalera del MERCEDES me enamoro desde el primer paso, el pasillo deshoja mi travesía abro la puerta y estas allí tumbada sobre la cama, bañada con la luz silenciosa de lámpara, el piso y las paredes de madera liberan el perfume, Entre todo este pantano de cosas buenas, la luz de forma indisoluble te toca, se suspende sobre ti, te amarra afablemente, te rebosa de versos, Mm..! No aguanto más, me acerco a ti, afónico y mudo te disfruto, te miro de cerca, casi te toco con las pestañas, te respiro, llego la esquina tu rostro, al refugio de mi genio, ahí donde los trazos de mi verbo son infinitos, me siento dichoso en el silencio de las paredes inmortales, anidándome una vez más, cómodo en el espacio fabuloso de tu comisura.
Tuyo Juanjo.

No hay comentarios: