Los neumáticos besaban la superficie árida del pavimento debajo de los ruidosos rayos de sol, el resplandor con los instintos de un sicario arañaba la urbe y pellizcaba los sentidos, abriéndose paso en medio de sensaciones fugaces, un calor cerril y con pasos mudos, apareció ella, con su negra cabellera desenredando calores a su alrededor, su cuasi pollina acariciaba los pensamientos tibios k destilaba su frente, los vapores de la ciudad ruborizaron sus mejillas al mismo tiempo k coqueteaban la caída larga del sentimiento azul de su vestido, empapada de armonía, con semillas de macadamia en los hombros y un delicioso capitel con forma de sombrerito, se asomaron a su rostro mariposas de sonrisas abrigando con frescura todo a su alrededor, paso frente a mi dejando a su paso el recuerdo de su gloriosa cadencia en mis ojos y mi nariz….
En ese infinito instante fui feliz, un poco después no lo recuerdo, creo k no me importa…!
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