miércoles, 10 de septiembre de 2008

Vacante



Dame la brisa que se escapa de tu rostro
dame la humedad que se zarandea en tu sorbo
dame la resonancia sensual que sale de tu caverna
la saliva indefinible que me alza, que me acuesta…
avísame cuando mermen tus reservas
cuando las gotas de sangré se agrieten en tu piernas
avísame cuando las hojas de la noche
florezcan como tu boca,
inmensa, deliciosa
avísame si las catapulta que se esconden en tus manos
a un lanzan caricias a los muros del ocaso
avísame cuando el azar nos convierta en demonios
alados Y volemos sin temor entre las ciudades húmedas
me perdí entre la muchedumbre
en el espacio agridulce de una taza vacía
tus rizos musitaban luces oníricas
unas monedas endulza el malestar citadino
el limpiavidrios estruja el cristal
y mi boca se queda
con la sombra de tu beso
arrastrándose pasmosamente
en los arrabales de mi alma…

Juanjo Marte

6 comentarios:

Anónimo dijo...

yeah! its much better,

Anónimo dijo...

Me encanta !!!

Anónimo dijo...

Me encanta !!!

Anónimo dijo...

Cuando leí este poema me llego al pensamiento una canción de Amaury Perez "Dame el Otoño" quizás por el "Dame" puesto que la canción (que me encanta) es como una petición, un ruego de amor más bien, en cambio este poema lo intuyó como un deseo voraz de amar treinta horas al día.
Juan Jose tú prometes. Cuando tengas tiempo escucha esta canción a ver que te parece y nada feliz día gris.

Anónimo dijo...

Esther tus comentarios ativan mis instintos, gracias nueva vez..!

Anónimo dijo...

Soy quien te da las gracias por el inmenso placer de leerte.
Que chulo es escribir, como dijo Cicerón "Una carta no se ruboriza".

A propósito de "Vacante", me encanta esa fotografía, quien la tomo?