Guarda solo los latidos…
el hombre,
el polvo, el bosque, el llano, la cigua,
los dioses, tu canto…
tus marcas, tu espalda,
el aire, su silbido…
enmaraña mi razón en
el eco de lo fortuito, baila sin timón en
mi herencia, en mis sentidos
para que con la fiesta de tus manos
la retórica latente
de los callejones fonéticos
que quiebran ciudad inverosímil
hagan magia en las rendijas
de los adoquines donde se guarda
el olvido.
Juan jo Marte
el hombre,
el polvo, el bosque, el llano, la cigua,
los dioses, tu canto…
tus marcas, tu espalda,
el aire, su silbido…
enmaraña mi razón en
el eco de lo fortuito, baila sin timón en
mi herencia, en mis sentidos
para que con la fiesta de tus manos
la retórica latente
de los callejones fonéticos
que quiebran ciudad inverosímil
hagan magia en las rendijas
de los adoquines donde se guarda
el olvido.
Juan jo Marte
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